Imposible saber qué extraña mutación se esconde en este ser desprovisto de sentimientos, capaz de sostener una cantidad ingente de información visual en sus retinas, ocupadas constantemente de almacenar una información que no sirve para nada. Es una especialista en el manejo de móviles y ordenadores, los utiliza para tejer una compleja maraña de turbias especulaciones que acaban volviéndose en su contra. Cuando el volumen de todo lo que ve le satura acude al oftalmólogo. Lo frecuente es que fallezca el oftalmólogo, víctima de una psicosis postraumática. El índice de suicidios de oftalmólogos ha aumentado de hecho un 70% desde que la hidra óptica (octopus pupila) aumentó exponencialmente su capacidad reproductora, uniéndose al saponcio pilatos, que tras sus complicadas operaciones para ser extirpado del sagrado sapo al que se adhiere en sus genitales, se convierte en un individuo apto para el acoplamiento inopinado.
Con un adecuado implante en la zona lumbar está siendo reclutada para las Brigadas de Vigilancia Intensiva de Morosos del Priorato de Uvas Calientes para que nadie se escape de pagar su hipoteca. Se lleva a morir con las señoras cíclope, no soportan que las miren fijamente con un sólo ojo, y como mecanismo de defensa se quedan muy quietas en el sofá, hasta que las señoras cíclope se levantan para ir a poner el té. Por descontado que son unos seres sin una conducta moral definida, no pueden centrarse en un objetivo concreto cuando salen del trabajo.
¡Sublime! Este me lo imprimo para leer en apéros alcoholizados y reír un rato... Con el debido crédito y mención, por supuesto.
ResponderEliminarHonor que me haces, para eso está, compartirlo con amigos en estado ebrio es el mejor premio para el bestiario.
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