martes, 19 de febrero de 2013

ESDRÚ JULAY Y EL ORÁCULO DEL ESPEJO

Estaba Esdrú Julay paseando por un jardín sin flores y se le acercó de frente un espejo. Como Esdrú, el buho poeta, camina mirando al suelo porque el cielo es aburrido, hasta que no adivinó el marco rojo del espejo a sus pies no levantó la cabeza, y al verse reflejado de pronto, exclamó, también de pronto, tan pronto como pudo queremos decir:
      -¡Soy yo!- y fue una expresión de júbilo espontáneo pero mezclada con repentino sobresalto, como si lo hubieran pillado robando un libro en casa de un premio nobel de literatura. Entonces, el espejo, que era en realidad un oráculo aficionado, enviado por una compañía telefónica para venderle un móvil de última degeneración, le contestó con voz de máquina de tabaco:
      - Muchas gracias por utilizar nuestros servicios, recoja su cambio por favor.-
El buho poeta pensó que el oráculo quería decir que su vida sería muy triste y los demás siempre le devolverán una imagen más bien pobre de sí mismo. Se enfadó y rompió el espejo. Detrás había una planta carnívora que le preguntó que hora era. Y aún era temprano, pero no se sabía para qué.




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...