No podemos saldar en un instante
la renta del dolor.
Javier Egea
De golpe
el temblor del cristal
y un aire de tragedia en las ventanas.
De golpe sobre el viento
las golondrinas anticipan
el futuro combate entre las nubes,
el resguardo posible en los aleros.
De golpe
la lluvia encendida
quema de transparencia
fría y brillante su cadencia de llanto.
De golpe se abren los paragüas,
el amor enseña los colmillos
en el rostro sombrío de las niñas;
todo pasa a lo lejos
mientras tú,
sucedes a los días y las noches.
Son imágenes que se podrían dibujar y ponerlas, una tras otra, en un "giratutto" y darles vueltas para que nos mostraran estos golpes persistentes. Muy bien Manuel, muy bien.
ResponderEliminarSalud
Francesc Cornadó