de este loco que me mira
tras el cristal, la ira de un amor distinto,
uno que no hace pagar con sangre
el precio de estar vivos, así,
viendo pasar la muerte vestida de reina.
La ira contenida de un amor sin norte,
uno que quiere quedarse voluntariamente
en la luz de los días que pasan a sumar
la cuenta gris del calendario.
Salgo del café, el loco ya se ha ido
dejando un vaho de aliento
y un aroma a flor pisoteada.
Todo se vuelve claro ante el dolor,
claro y entero como un loco.
Me quito los andrajos de esta vida
que pretende vestirnos
de alguien que no somos.
Una bonita forma de empezar el día Manuel, leer tus reflexiones profundas. Y la ilustración me parece es de Vela. Un abrazo.
ResponderEliminarUn abrazo Paco, siento no haber puesto el autor de la ilustración, llevo la política contraria a la SGAE.
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