"Si cada quien confesara su más secreto deseo, aquel que inspira todos sus proyectos y todas sus acciones, diría: " Quiero ser elogiado". Nadie se decidirá a hacerlo, pues es menos deshonroso cometer una abominación que proclamar una debilidad tan lamentable y humillante, surgida de un sentimiento de soledad y de inseguridad padecido, con igual intensidad, tanto por los rechazados como por los afortunados. Nadie está seguro de lo que es ni de lo que hace. Por muy ciertos que estemos de nuestros méritos, estamos roídos por la inquietud y sólo pedimos, para sobrellevarla, ser engañados, recibir la aprobación de donde y de quien sea. El observador descubre un matiz suplicante en la mirada de todo aquel que ha terminado una empresa o una obra, o que se entrega simplemente a cualquier género de actividad."
* de La caída en el tiempo, Emil Cioran
No hay comentarios:
Publicar un comentario