Comenzaré por el final. Lord Peter Cárdigan, nacido en Jerez, llega, a lomos de Abdúl Macareno, a las puertas del Castillo de las Costumbres Adquiridas (antiguo Corte Inglés). Su título de Lord huele a crisantemo seco. Lo cambiará por una denominación de origen para Abdúl Macareno, un gigante pakistaní, obeso general de lanceros melillenses, división colonial, cuya etnia no ha sido aún reconocida por la Organización de las Nociones Unidas, que está estudiando con serenidad la lucha de clases, por si pudiesen derivarse responsabilidades penales, del alto nivel de vida que disfruta Lord Cárdigan a lomos de un oficial majara o marajá. Si convergen positivamente las posiciones de los actores, el escenario podría derivar hacia un puerto moderno muy apartado del lugar en que nació el señor Macareno. El olfato de Abdúl no requiere excesivos cuidados, y a cambio ofrece unas cualidades únicas para detectar potenciales yacimientos de empleo. Los productos de la factoría jerezana regentada por el aristócrata filobritánico tienen un riguroso control de calidad, con unas pruebas de resistencia únicas en el mercado laboral, que incluyen ejercicios de doma clásica. La denominación de origen Gigante Macareno, daría sólo un puesto de trabajo directo, pero catapultaría a Lord Cárdigan al cargo de terryteniente en jefe de las bodegas de la ONU.
Muy bueno lo del oficial majara y el gigante pakistaní.
ResponderEliminarTan fina como de costumbre esta ironía tuya.
Salud
Irán saliendo más personajes, Miguel Ángel, esto de que la realidad supere a la ficción tiene contrapartidas muy interesantes.
EliminarSalud