viernes, 30 de noviembre de 2012

Negación ante el espejo



Cuánta vida a deshora
te será cobrada en herrumbre.

¿ Hasta dónde pensabas apurar
esa deleble flor de la memoria
enquistada en los pasos que no diste?

Si cruzaste ese puente no fue por verte a tiempo.
Más acá de tí mismo te verás, en lo que te negaste.



5 comentarios:

  1. No contemplo un simple espejo, sino una mirada hacia lo perdido sin haberle llegado nunca a pertenecer.
    Salud, Manuel.

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    1. Sí, Miguel Ángel, por fortuna los espejos sólo nos devuelven la quimera que somos, en un juego perdido de antemano al que es mejor no echarle demasiada cuenta.
      Salud, amigo

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  2. Saberse mirar: saberse ver.
    Final enorme, espléndido, navaja de barbero abierta.
    Abrazo, Manuel.

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  3. Puentes, unos, con ojos entreabiertos;
    otros, con cabinas de fielato;
    otros, con dovelas disgregadas;
    otros, con peajes ambiguos;
    otros, sobre aguas demasiado calmas;
    otros, que jamás se reflejaron en el río;
    otros, por donde Betriz no se atrevió a cruzar
    otros, muy viejos, llamados "puente del diablo"
    otros, parecidos a otros que se parecen a otros puentes que diseñó Calatrava
    otros, por donde pasaran "los pasos que no diste"
    otros, en fin, que se tienden entre la amistad.
    Salud
    Francesc Cornadó

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    1. Todos son importantes, Francesc, y aquel que quizá no haya que cruzar, también. Los que se tienden para encontrar la amistad y el amor, son fundamentales.
      Salud
      Manuel Marcos

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