La infanta Mientras Tanto se retrata cercada
por su timba de seres contrahechos o bellos.
Pertusato molesta la paciencia del perro,
la enana Mari Bárbola...su mandíbula prógnata
muerde cartas trucadas, espejos sin semblante.
Isabel de Velasco levita en claroscuro,
la magnética danza sugerente del mundo...
Agustina Sarmiento, servicial con sus manos,
avisa a Margarita del cambio de baraja.
Diego observa la pose con singular quietismo,
su mirada se pierde, desenfocada y libre
hacia el fondo del cuadro donde mora la imagen.
La historia es un teatro de atmósferas galantes.
Precioso poema, te felicito.
ResponderEliminarEsas criaturas emancipadas del sol y de la sombra, están aquí en tus versos, emancipadas, sí, de cualquier preocupación de vuelo o de peso, al albur de la atmósfera y son como son y están como están, suspendidas en el poema.
Salud
Francesc Cornadó
Muchas gracias, Francesc, requería su tiempo. Celebro muy sinceramente que te guste.
EliminarSalud
Manuel Marcos
tramoya de ausentes sin telón y teatro de atmósferas galantes: dos caras de la misma moneda que rueda y rueda, que nos rueda y nos rueda.
ResponderEliminargrandes poemas, gran selección de imágenes.
abrazos Manuel.
Antero, muchas gracias, es un placer tenerte aquí, un abrazo.
ResponderEliminarSalud