jueves, 22 de marzo de 2012

escuela de cinismo

      Para ser un buen cínico no es suficiente serlo, hay que parecerlo, sin asomo de duda. La mejor manera, por sencilla y efectiva, es afectar una seriedad absolutamente falsa. El cinismo se diseña con un criterio de consideraciones estrecho, frente a una realidad que le desmiente. Viste, no obstante, ropa con un cierto vuelo intelectual. Ropa no lo suficientemente ancha para ser filósofo, ceñida al talle en algún lugar estratégico, para disimular algún defecto, y no parecer tampoco exactamente un poeta afeminado.

       Su lema es: " Ríete de todas aquellas razones que estén fundadas en convicciones firmes." De aquella escuela donde Diógenes aprendió un poco de ascetismo y desprecio de lo mundano, esta escuela de hoy en día no ha cogido bien el hilo. Hace una interpretación de la historia universal, tan pobre, como grande es el ridículo que provocan. El cinismo consiste en este caso, en un sentimiento colectivo del ridículo, donde uno, el cínico, con su pose impostora, hace el ridículo mientras la mayoría simple de las personas observa con un cierto bochorno, el deambular de su pluma entre la barbilla y el hombro derecho. Cuando salen de la escuela, a sus respectivas ocupaciones o especialidades, ya sea en el ámbito de la prensa escrita, como críticos, quizá en la radio; de ninguna manera han tenido tiempo de leer con aprovechamiento y por tanto son unos lectores de la realidad muy dispersos, torpes para la maceración lenta del análisis.


     Una segunda vida de sportman o tahúr les puede compensar del terrible sopor que suponen las reuniones de carácter social y de la idiocia que comporta estar ideológicamente sujeto a una escuela de reverendos sociólogos. Mientras leen nadan y guardan la ropa. Hay que mojarse un poco, pero al final no es tanto.

                                     Vengo buscando pelea by Silvio y Sacramento on Grooveshark

miércoles, 21 de marzo de 2012

lección de rumañol

    Este documento que les transcribo tal como lo he recibido de mi compañero Darie Yordache es una queja formal para presentar en el consistorio municipal. Se trata de un texto escrito en una lengua viva que voy a denominar rumañol. Se puede percibir claramente, a pesar del estado larvario o futurista en que aparece el castellano, que hay elementos de juicio suficientes, y que el espíritu que lo guía es honesto y noble. No pretendo, desde luego, hacer mofa alguna de este magnífico cimbalista de origen rumano, cuya fama, por demás, es amplia, pueden ustedes verle en you tube interpretando unas piezas de bellísima factura. Es hilarante, no cabe duda. Quiero resaltar más bien la animosidad de mi estimado compañero musical, al que ayudaré para recomponer, en la medida de lo posible, el intrincado argumento de esta historia, a fin de presentar una queja legible. Como podrán comprobar, el reto no es fácil. El texto originalmente viene escrito a máquina:


Conosco señora klara aprocimado un año unos cinco yenero me dice que tiene una problema con sitio de tocar senor nicolao. 11 yenero señora leticia con su amigo me dice qe nicolao me trasmite un saludo. donde yo porque no respeta klara donde leticia me dice qe esagera. con su amigo alberto tiene una problema des seis meses con sitio para tocar a donde intervenir con maria con su madre tienda con su vecino de arco. no en mi problema. qe tenia amigo de klara rafaelo con migo cuanto ganar yo al dia don de comer me dice klara yama a rafaelo para telefono problema para su a migo alberto no con prendo porque me invita a su casa me dice qe a estado en hospital qe no tiene dinero para tabaco. yo respeto a mi religion ortodox qe tengo una vida normal. no me interesa qe problema tiene alberto klara rafaelo, pienso qe nosotros no preguntado para licensia de ayuntamiento an de documentacion quiere representa qe tenemos buena educacion. gracias para entender darie yordache, envidia seloso no es buena.
Dibujo de Sake Rinox.

martes, 20 de marzo de 2012

UN BRUTAL DIRECTO

      La batuta señaló con precisión el lugar en que el impacto del guantazo debía caer. En el primer movimiento todo era ambiental y fogoso, los segurísimos violines volaban hacia el famoso motivo de Beethoven, preludiando su llegada mientras tú me cruzabas una mirada furtiva por el pasillo, a medias sensual y conminativa de no se sabe qué. Yo te la devolví con una nota ruda y seria de contrabajo. El pizzicato de las violas en el adagio evocaba ese viento confuso que precede a una tarde de tormenta, cuando te dije, con la serenidad del que quiere que las cosas se arreglen:

               - Justo ahora comienza el presto, con un frenético diálogo entre la cuerda y los vientos, es posible que el triste canto de las trompas nos conmueva demasiado. Hasta el punto de besarnos y quién sabe qué más-.


     El maestro Baremboim marcó el momento y el lugar. Fue en toda la boca. Cuando el concertino de violín comenzó, con un hermoso si bemol, el soliloquio final. Creo que te pasaste. Fue un tortazo sinfónico lleno de armónicos y matices. Salí de tu casa con el disco entre las piernas. Te podías haber apiadado, un poco, de un melómano sin brazos.

                                        Symphony No. 7 in A major, Op. 92: Allegretto by Beethoven on Grooveshark

Desorden matinal

   ¡Dejadme respirar! Eran una legión de palabras que, encaramadas en el colchón, me miraban en ademán impaciente esperando como polluelos hambrientos que las colocara con un cierto orden y significado en el texto. Gustan que una imagen las acompañe como un horizonte posible de lo que fueron cuando campaban libremente por ahí. Esta urgencia que me piden es, seguro, una rémora. Por eso primero las reúno en torno mío y les cuento el plan de trabajo diario incluyendo en primer lugar todos esos actos que he de ejecutar, tranquilamente, antes de ponerme a jugar con ellas. Ducharme, desayunar, adecentar la habitación mínimamente... es una estrategia para ganarles tiempo. Mientras me ocupo de estos asuntos cotidianos suelo verlas cuchicheando entre ellas o trasteando en las páginas de algún libro. Tampoco es infrecuente que se peleen: no hace mucho descubrí a las palabras alma y mater discutiendo (a tal efecto se escondieron en una maqueta del Coliseo), a voz en grito, la supuesta autoría de un discurso de Cicerón en el senado de Roma. Les afeé su conducta obligándolas a disculparse y a que vayan siempre de la mano si es que quieren hacerse protagonistas en algún discurso.
              ¡Dejadme respirar! les susurré aún medio dormido y una de ellas, la palabra émulo, levantó tímidamente la manita y muy en su papel, dijo:
            -Yo quiero ser como usted, o mejor-.
                      - Le contesté, - Muy bien. Para empezar friega los platos-. 
       Ha  vuelto tarde al salón pero a tiempo de entrar en el texto.     
       Llevaban unos días sin fregar.



                                        Milagreiro by Djavan on Grooveshark


                                               
        

Fábula Tercera, de Juan Benet

    Un estudioso - que toda la vida había tenido por costumbre entretener sus ratos de ocio con especulaciones de carácter filosófico- decidió un día vender la mayoría de sus bienes, retirarse del mundo, cortar toda relación con parientes y amigos, abandonar sus labores profesionales y consumir el tiempo que le quedaba de vida en la investigación de su propio pensamiento, con la vista puesta en en el hallazgo de una ley universal. Llamó a su criado y le dijo:

   - En lo sucesivo, no estoy para nadie. El tiempo que me resta lo necesito para mí y no puedo distraerme con los problemas de los demás. Lo tengo todo bien dispuesto y no necesito del concurso de nadie para resolver nuestros menesteres cotidianos, de los que en adelante te encargarás tú. Puedes disponer de tu tiempo a tu antojo siempre que tengas la casa en orden y cumplas las pocas obligaciones que te impongo. La más importante de ellas, no lo olvides, es preservar mi retiro e impedir que sea distraído de mi quehacer. Así que sólo acudirás a mí bien para la labor de rutina, bien a instancias mías que, espero, no se producirán.

    Se retiró el criado a su aposento y pensó lo que debía hacer a la vista de tan precisas instrucciones. Unas semanas después, sin previo aviso irrumpió en el gabinete de su amo, a la hora que destinaba a sus más profundas meditaciones, y le dijo:

   - Señor, me ha sido entregada una misiva que contiene un urgente mensaje de la mayor importancia para usted. Deseo saber, señor, si he de entregársela o devolverla sin más al mensajero.
   - Ya te he dicho que no quiero que me molestes. ¿ Es esta la manera de cumplir mis instrucciones? Has cortado el hilo de mis pensamientos en un momento muy delicado y ahora, por culpa de esa desventurada carta, me veo  obligado a volver al punto donde estaba hace varios meses, echando por tierra todo el progreso realizado en ese tiempo. Dile al mensajero que se puede volver por donde ha venido, con esa carta que no me molestaré en abrir, y en lo sucesivo no te permitirás interrumpir mis meditaciones bajo ningún pretexto. Tenlo bien presente y que esto no se vuelva a producir.

     Consideró el criado la advertencia y se atuvo a la norma que le había dictado su amo, con absoluto rigor, hasta que pasadas unas cuantas estaciones irrumpió otra vez en su gabinete de trabajo.

   - Señor- le dijo-, pregunta por usted el caballero S para tratar un asunto de la más extrema gravedad.
   - ¡Ay maldito! -se lamentó el amo-, me has interrumpido en el punto más complicado y sutil del curso de mis pensamientos y temo que todas mis ideas, como pájaros en la jaula abierta, vuelen muy lejos de mí. Necesitaré varios años para recuperarlas por culpa de ese caballero S al que no recibiré ni hoy ni nunca, puesto que en nada le puedo servir ni él me ha de prestar el menor servicio. Dile que se vaya en mala hora y tú pon más atención en el cumplimiento de mis instrucciones porque me va mucho en ello y a ti también.

   Tomó buena nota el criado de esta última consideración y durante más de un lustro se atuvo estrictamente a a los preceptos de su amo, protegiendo su trabajo de cualquier influjo extraño. Empero llegó un día en que consideró el criado que no tenía más remedio que interrumpirlo y, no sin tomar en consideración las posibles consecuencias de su desacato, decidió una vez más sorprenderle en un momento de intensa reflexión.

   - Señor, -le dijo al entrar-, se trata de una dama que está decidida a entrar aun cuando usted no lo permita. Asegura que si es necesario recurrirá a la violencia y que no hay fuerza en el mundo capaz de impedirle la entrada.
   -¡Imbécil! Estaba a punto de llegar a la conclusión de mi pensamiento y has tenido que entrar tú para desbaratarlo de un golpe. Todo se ha venido abajo una vez más y ahora tendré que remontarme a mi primera idea si quiero llevarla hasta sus últimas consecuencias, esa definitiva verdad que tan cerca he estado de alcanzar. Dile a esa dama quien quiera que sea, que...Espera: ¿ Le has visto los ojos?
   - No.
    Se sentó de nuevo el sabio a recapacitar, y su mirada recorrió una vertical, desde el techo de su gabinete hasta el suelo, como si observara una lenta caída. Luego dijo al criado, tras un instante de vacilación, pero con tono firme:

   - Ahora todo está claro. Lo primero y lo último es lo mismo; lo comprendo perfectamente. He sido un ciego. Dile a la dama que pase.
   -Señor - respondió el criado-, yo no he dicho que la dama esté aquí. Tan sólo he dicho que me ha hecho saber que está decidida a entrar y que nada ni nadie la detendrá.
   - Y ahora que me ha obligado a admitir lo que nunca me detuve a considerar, ¿ crees que tardará mucho en venir?
   - Creo que piensa tardar algo, señor - respondió el criado.

Collage de Enma Cohen

¿comprendi?

Tu vai lachá linstrument perque ío he dicho a jefe dayuntamento qui vai fare un audición, ¿comprendi?


De esta guisa me habla un compañero de faenas musicales, rumano; Dario se llama. Pero no piensen en Babilonia. Dario tiene pinta de pirata guapo. Yo le tengo dicho que intente pronunciar mejor. Es bajito y delgado, toca el címbalo húngaro, una especie de mueble decimonónico que suena como una caja de música gigante. Un instrumento gigante tocado por un bajito genial. Esa forma de hablar sin embargo...también le gusta dar la mano como los jugadores de baloncesto. Francachelas. Hemos grabado una versión del tercer movimiento del concierto de Aranjuez. Otro día me paro y les cuento de Pablo, un guitarrista flamenco de Madrid. Vieni, vai venir da fare linstrument, láchalo qui ¿comprendi?


Acabo de saber que Javier Krahe ha  sido condenado a pagar una fianza de 192.000 euros por cocinar con mantequilla un cristo de plástico en el horno y hacerlo resucitar en tres minutos, en 1978. Yo le hubiera dado la cruz al mérito militar, porque en aquella época poca gente se atrevía a ser tan beligerante. Que ese delito de ofender sentimientos religiosos siga estando penado más de treinta años después... ¡No comprendi!

lunes, 19 de marzo de 2012

Por qué los pájaros pequeños no tocan la mandolina, de Luis Cernuda


La luz lleva detrás a tantas nubes,
Tantas manos de hastío
Mirando los colores,
Colores encantados
De la bella bandera anochecida,
Que algún río se va
Algún desierto huye de cielo en cielo.

Todo ello, decidme, no justifica nada
Ni siquiera el amor
De estar enamorado,
Hoy por eso los labios
Se hielan lentamente
Tan solos como el mundo
Solo, solo entre nadie.

Mirad bien a los ojos para no cantar luego
la canción de aquel viento que no vuelve.

Escorial I


Venenos

   
    Conozco al menos dos variedades venenosas de la palabra olvido. Una es el olvido entre comillas. Suele hospedarse en oficinas, ministerios y bancos. A cambio de una dosis puede pernoctar entre documentos, ficheros y censos; aunque hay noches que el ronquido de un acta notarial no le deja dormir. A las primeras horas del alba el sibilino olvido entre comillas se pasea buscando víctimas propicias en las gentes que van al trabajo con prisa o durmiendo en el metro. Este tipo de olvido es muy común, con el tiempo se deteriora. Cuando se le caen las comillas pasa a ser una variedad colorida y saludable llamada melancolía, y a veces, en claras tardes vislumbra o evoca recuerdos como si dibujara del natural.
Gafas de hoja caduca.
  La segunda variedad es el olvido en negrita. Mucho más perniciosa que la anterior. Todos los recuerdos que éste olvido guarda tardan mucho en expirar o ser sustituidos por otros. Se considera una epidemia porque impide a las personas tener en cuenta el verdadero norte de sus vidas; ocupados como están en acordarse continuamente de olvidos en negrita que les impelen a fijar la atención con la mirada perdida en lugares carentes de belleza o de interés, acaban por envenenarse sin remisión. Lejos de desarrollar melancolía, contraen una miopía sensual que tiene apariencia de lucidez pero no lo es.
   La única manera de prevenir el asalto de estos venenos letárgicos o de curarlos al instante era beber las aguas del río Mnemósine. Ahora ya siquiera queda esa posibilidad. Se han comercializado sus aguas. Se venden en una solución líquida. Las gotas de agua del río Mnemósine están contadas. Dan ganas de llorar. Una gota en cada ojo y por un espacio de tiempo bastante pobre recuperamos la memoria. Hay quién, por apatía o desesperación, emplea esos momentos de clarividencia jugando al ajedrez relámpago. Para mí son personas irreprochables.

sábado, 17 de marzo de 2012

Retóricas telefónicas

        

     Me ha llamado por teléfono un silogismo. A título personal. No pertenecía a ninguna empresa o compañía de seguros. Los silogismos profesionales ya los conozco muy bien y los tengo a raya, no permito que me vendan nada, muchos de ellos resultan ser silogismos aparentes y a la hora de la verdad la conclusión a la que pertenecían desaparece y le dejan a uno en vilo, le suspenden el servicio. Son poco visibles, no se prodigan por la calle. No tienen buena reputación, se los mira con muchas prevenciones, aunque suelen vestir con elegancia y sencillez. Éste silogismo dijo llamarse Animula Vagula Blandula. Me recitó un poema en latín, escrito por el emperador Adriano poco antes de morir, hermoso y breve como la vida misma. El poema dice así:
                                  
                               Si B está en la regla A
                               y B es C
                               entonces C es verosímilmente A.
                            
                               Si Vagula está en la regla Animula
                               y Vagula es Blandula
                               entonces Blandula es verosímilmente Animula.
      
   También me contó una odisea poco creible buscando a un tal Antonio o Antinoo, no lo recuerdo. Con mucho tacto le dije que andaba ocupado en unas labores delicadas que requerían toda mi atención. Le di mi dirección de correo electrónico, prometió mandarme una foto en traje de baño. Eso ya me pareció más plausible, me sentí más en disposición de poder discernir sobre la verdad de este silogismo con nombre de señora o señorita de Roma. No hay que fiarse. He hecho bien. Como ven, se trataba de una muchacha, comercial del círculo de lectores. Quiere seducirme para que adquiera una enciclopedia poética. Me regalaban el millón de poemas mejores del orbe universo. Una lástima. Es encantadora.

Silogismo en traje de baño

                                       Maria das mercedes by Djavan on Grooveshark

viernes, 16 de marzo de 2012

Considerando en frío, imparcialmente...





Considerando en frío, imparcialmente,
que el hombre es triste, tose y, sin embargo,
se complace en su pecho colorado;
que lo único que hace es componerse
de días;
que es lóbrego mamífero y se peina...

Considerando
que el hombre procede suavemente del trabajo
y repercute jefe, suena subordinado;
que el diagrama del tiempo
es constante diorama en sus medallas
y, a medio abrir, sus ojos estudiaron,
desde lejanos tiempos,
su fórmula famélica de masa...

Comprendiendo sin esfuerzo
que el hombre se queda, a veces, pensando,
como queriendo llorar,
y, sujeto a tenderse como objeto,
se hace buen carpintero, suda, mata
y luego canta, almuerza, se abotona...

Considerando también
que el hombre es en verdad un animal
y, no obstante, al voltear, me da con su tristeza en la cabeza...

Examinando, en fin,
sus encontradas piezas, su retrete,
su desesperación, al terminar su día atroz, borrándolo...

Comprendiendo
que él sabe que le quiero,
que le odio con afecto y me es, en suma, indiferente...

Considerando sus documentos generales
y mirando con lentes aquel certificado
que prueba que nació muy pequeñito...

le hago una seña,
viene,
y le doy un abrazo, emocionado.
¡Qué más da! Emocionado... Emocionado...

Poema de César Vallejo



Abandono de hogar

    
    Apenas si he tenido tiempo esta mañana de hablar con ella. Solemos desayunar juntos en la terraza. Ella me va contando lo que sueña y si el día amanece un poco turbio me ayuda a organizar  mis sentimientos. Se ha ido voluntariamente. Harta quizá de hacer esta labor de báculo insomne, sostén de inútil. Si lo pienso detenidamente, no me importa, también condicionaba mis actos, a veces hasta extremos un poco indecentes que me causaban una pesadumbre ridícula. Recuerdo que una vez me quiso obligar a escribir un cuento, de rodillas, mirando a la pared con unas orejas de burro. Se iba a llamar Platero de bares y era la historia de un orfebre borracho como hay tantas. Una pena de historia, me negué. Desde entonces se obstinaba en refinar mi ya deteriorado afecto hacia ella, poniéndome fondos musicales de grupos de culto o sinfonías gemebundas de un compositor alemán que tiene nombre de enfermedad incurable ( Vagna creo que se llama). Simplemente se ha levantado, se ha colocado uno de esos vestidos que son un poco frescos todavía pero ya van preludiando alegremente una primavera cargada de aromas nemotécnicos y me ha dado la buena nueva. Se iba para siempre. Me ha dejado aquí todo su equipaje y no vendrá a por él. Se llama Alma. Esperen, llaman a la puerta. Vendrá empapada.
                                    My Lady Story by Anthony And The Johnsons on Grooveshark


jueves, 15 de marzo de 2012

Labor social

    Con una constancia aprendida en los libros, voy recogiendo las palabras que han caído en desuso. A veces tienen un aspecto fragante, por ejemplo, eufonía. La hallé suspendida de la rama de un árbol en una avenida grotesca salpicada de escaparates con maniquíes parlantes. Temblaba como un gorrión. Quizá algún desaprensivo director de orquesta, pagado de sí mismo, quién sabe si especialista en música electroacústica, la tiró por el balcón de su loft en un gesto de vanguardismo. Con paciencia la cogí y la introduje en una caja de madera con ruedas. A las palabras les viene bien un ir y venir gozoso, un tanto despreocupado; ya saben que cuando lleguen a casa tienen trabajo.  
                     
    Estas palabras abandonadas acusan a veces problemas de seguridad en sí mismas, les cuesta socializar un poco con sus compañeras de texto, incluso pueden llegar a las manos en peleas de párrafo de muy dudosa calaña. Para evitar estos problemas de convivencia las exilio a un diario íntimo, donde, en un ambiente más distendido, se conocen entre ellas y estrechan vínculos semánticos. Hay que ser prudente con los tiempos. Si pasan demasiados días dentro del diario íntimo pueden llegar a enamorarse gramaticalmente y luego son inseparables. En días felices organizo con ellas excursiones guiadas desde la estantería a la página en blanco. Una vez allí hacen meditación trascendental hasta caer agotadas. Momento que aprovecho para componerlas. Si consigo terminar el escrito antes de que alguna de ellas se despierte, ya no hay que tocarlas nunca más.

martes, 13 de marzo de 2012

El cultureta, palinodia.

    El hombre busca una imagen de sí mismo que pueda proyectarse en el alma de su vecino, que tenga la fuerza que sólo la seducción por la verdad otorga al que es capaz de nombrar sus categorías. No soy un señor. Soy una persona amateur que habla bien, bien pero por afición a las palabras. Vivo en mitad de grandes equívocos que son figuras de porcelana, japonerías de ese mundo irreal y fantástico que todo artista que se precie querría rescatar de algún abandonado rincón de la memoria. Me he encaramado pacientemente en el status peligroso del ratón de biblioteca en escaleras que llevaban a una nube. Soy nefelibata (un romántico nombre el de admirador de nubes o sueños). De nubes tontas y sueños imposibles; desde esta poca altura sigo subiendo para que el panorama sea cada vez un poco más generoso. Quiero desembarazarme también de algunos sortilegios o hallazgos del rastro madrileño que están próximos al fetichismo literario. Además de nefelibata, virtuoso. No contento con saber exprimir humanamente las virtudes de un saxofón, quiero acceder a un especie de  excelencia cuentística por amor al arte. Bueno. Me retracto. Es mejor aplicarse en la lectura, que es donde está la semilla que germina aquella imagen de la que el hombre no quiere desprenderse. Ahora el culturetismo está muy mal considerado, lo dandi, deudor de lo romántico, tiende a verse con irónico despego. Supongo que para muchísimas personas soy sólo un lechugino muy cultivado. Disculpen la crudeza de algunas imágenes. Me gusta oír el viento del pueblo.

Ceci n'est pas moi.
                                      06 - Doppi Significati by Stefano Di Battista Quartet on Grooveshark


lunes, 12 de marzo de 2012

Bucólica del acordeón, cuento pedagógico.

  Trabajo de sol a sol. Un autobús me trae a este pueblo a las ocho de la mañana y me devuelve sano y salvo (Alá es grande) a las siete y media a la capital. Soy andaluz: acostumbrado a la luz de la campiña que tiene un aire vecino de sierras y mares, en mitad de este erial, donde el arte es un pasatiempo para señores, me vi atrapado sin dinero y sin poder estudiar. Estoy a cargo de trescientas vacas, doscientas ochenta ovejas y catorce cerdos ( diecisiete contando a mis jefes, no se rían, en el fondo son bellas personas, sólo que no tienen cultura ni motivación alguna por alcanzarla: hacer turismo, ir de caza y comprar un tractor último modelo, se acabó). Yo, sin embargo, que hasta hace cuatro días era un chaval despistado, amante de la música, estoy aprendiendo a espuertas. 

Pajar.

    Le doy de comer a las vacas subido en un camión en marcha, con una tornadera voy desgarrando las pacas de paja hacia los lados de la plataforma mientras un compañero las tira con la pala al campo. Me bajo con el baile de san vito metido en las venas. A las ovejas las saco hora y media a comer hierba en un valle cercano y de vuelta les doy un complemento de agua y cebada en la granja. Los cerdos tienen poca tarea, de vez en cuando les hecho también unos recortes de periódico a ver si se les pega algo. No crean que me lamento, muy al contrario, el contrapunto que esta noble fatiga pone en mi persona me estimula. Además mientras trabajo me llegan melodías por la brisa, sutiles tonos del viento que me educan el oído y atenúan de una manera estimable el hedor de los animales.

   Aquí la vida y la muerte se dan la mano con una naturalidad espantosa. Le tenía cariño a una oveja viejita que murió hace unos días; en su actitud callada e inteligente era la única del rebaño que no se asustaba ni chillaba ni tenía prisa por entrar al establo o salir de  él. Un ejemplo para las demás que ha terminado devorado por los perros. Conduzco un tractor, sin carné. Vine para estudiar acordeón en el conservatorio superior de Salamanca, pero con un siete de calificación en el examen de ingreso me negaron la plaza y se abrió esta ventana del cuento. Desde hace dos meses, han ampliado plazas en el conservatorio y aquél siete ha valido por fin su peso. Por muy hermoso que sea el paisaje en Sardón de los Frailes no tengo tiempo para ponerme melancólico. Ya me gustaría. Soy andaluz.

Acordeón bucólico.
                                         dolce reflexion by álvaro y manuel rumanian on Grooveshark


domingo, 11 de marzo de 2012

Política de la realidad.

    La realidad. Qué palabra reveladora de todo y de nada a la vez. Cuando se nos dice no podemos evitar el esbozo de una mueca de perplejidad colindante a sonrisa de gioconda. Como si la realidad por sí misma tuviese más capacidad de convocatoria que los Rolling Stones. No es así, créanme que me desagrada. Desde que tengo uso de razón he creído ver que el mundo tenía un orden preestablecido y en cierta manera permanente, que el hombre había logrado arrebatarle a la physis ( una especie de naturaleza un poco cursi que se deja hacer) a través del estudio científico y la experiencia, con unas dosis de seducción espectaculares: los secretos del dominio del mundo. Se pasó, pues, del pragmatismo de la Realpolitik al mesianismo salvífico de la Weltpolitik. Todo esto, recordemos, en nombre de una realidad que se nos viene nombrando desde el principio de este prescindible texto que ustedes muy amablemente leen. Reparen en la ligereza con que he utilizado el concepto de physis en relación a la política exterior del siglo  pasado en un peligroso alarde de volatinero. Estos descuidos son los que caracterizan a los artistas de convertir lo posible en imposible: los políticos. Los políticos sólo piensan en la polis cuando hay disturbios en las calles. Harían bien en comprender la absoluta necesidad de un orden moral en sus acciones. Puesto que son los demiurgos de la democracia, deberían prestar oídos al daimon y sus turbulencias. Por el contrario, los fines de semana se relajan y acuden al salón de té, se suben a la esfera armilar y se distraen charlando sobre monarquías fantasma o terrorismo de estado. Mientras, Napoleón vigila el patio.


Escena real.
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Sin títulos.

Aristófanes en traje de nube.

    
    Las intuiciones no descansan jamás. Por la noche además suelen tener una actividad frenética. Si bien durante el día reptan por las estanterías o por esos rincones de casa donde se amontona algo que ha escapado a la disciplina del orden doméstico,  amparadas en la oscuridad y el silencio nocturnos, se dedican a cambiar las cosas de lugar. Son tenaces. Si vive uno rodeado de un buen número de intuiciones no trae cuenta colocar continuamente los objetos de nuestra vida diaria en el mismo sitio que estaban o buscarles una ubicación definitiva y estable porque estas criaturas, al mínimo descuido, les encuentran otra distinta. Después de unos meses de lucha enconada e inútil  por convencerlas de que mi capacidad organizativa es infalible he tomado la táctica de dejar las cosas como están. He descubierto que una vez que mudan algo de donde está, ya no lo vuelven a tocar. Y para mi asombro, esta noche, me ha despertado una de ellas, con unos toques de aleta en la naríz, y después de disculparse por las horas que eran y casi con lágrimas en los ojos me ha dado reverencialmente las gracias por haber dejado de combatir con ellas en ese orden sagrado del desorden, porque así pueden -me ha dicho- dedicarse a tiempo completo a lo que más les gusta: leer. Ésta, a la que llamo Aristófanes porque parece una nube, me confesó que había comenzado la lectura de Cuentos de la Alhambra. Estoy aterrado. Acostumbrado a vivir con dos o tres intuiciones al día, no sé como voy a hacer. Esta mañana han puesto un cartelito sobre el talón de un zapato convocando una reunión en mi habitación para hablar de préstamos bibliotecarios. Ahora lo entiendo, todo ese ajetreo eran pesquisas de ratón y vienen a por mis libros. Voy a hacer limpieza.


sábado, 10 de marzo de 2012

RARA AVIS


        Nunca sabe uno en que puede convertirse una palabra cuando sale del alma. Sobre todo del alma, porque salen con una convicción tremenda y la fuerza de un viento demoledor a veces, seductor otras. No siempre tenemos la seguridad de que brotarán en cambio con el ímpetu suficiente para llegar a los oídos de los demás. Esta mañana desayunando con mi familia y hablando de cosas varias he sido incapaz. Las dos o tres frases que he dicho no se me ha hecho el más mínimo caso, conforme salían de la boca han caído sin estrépito, haciendo un ruido esponjoso sobre la mesa (dos palabras han ido a parar al café, después de aplicarles un chorro de agua a discreción las he puesto a secar en el balcón, espero que no se arruguen demasiado) el resto las he recogido en meticuloso silencio y me he venido al dormitorio a domesticarlas. Para que obedezcan al alma y no a la boca. Tienen tendencia a quedarse en la superficie de las cosas sacándole brillo.
     El primer paso para domarlas bien es saber lo que uno quiere decir con ellas. He pensado después de tomar un poco el sol por la ventana, en vano intento de inspiración, que las palabras rara avis  informan un concepto como para echarlo a volar. He aprovechado para salir a dar un breve paseo y conseguir una jaula vacía, le voy a dar a esta palabra la posibilidad de irse libremente donde le plazca o quedarse conmigo dentro de la jaula, echándome una mano en temas de literatura o filosofía. Al final como habrán supuesto sólo he podido conseguir una jaula vacía del chino. Lo contrario era un follón de anticuario. Pongo la jaula abierta al lado de la pecera, me siento en frente y digo con decisión pero sin demasiado interés: - ¡Rara avis!- Las ventanas están abiertas igual que la jaula, y ella, después de un torpe pero elegante paseillo se ha metido en la jaula y se ha cerrado con llave. Ahora entederán ustedes la profunda satisfacción que sentí al añadir a mi colección de mariposas este ejemplar vivo y de tan vivos colores. Es una experta afinadora del lenguaje y por ende del espíritu. No nos pongamos románticos, por favor. Ahora voy a pronunciar la palabra flexibilización, intuyo que por la forma en que lo diré saldrá una víbora astuta y peligrosa que empezará a jugar con la jarapa. Ya les daré cuenta que ha sido con ella. Antes tengo que domesticarla. 

Obra de Alfredo Guillamón Aquí 

                                       Asa Branca by Caetano Veloso on Grooveshark


Danzas para Terpsichore / Michael Praetorius

          

Con la iglesia hemos topado

La Razón avisando del desastre.
      Se afinan en estos días todos los utensilios de las cofradías: trompetas angelicales, portacirios escandalosos de un barroco pornográfico, capiruchos de nazareno, agudas lanzas premonitoras de apocalípsis. Pero unos días antes de que empiece la celebración renovada del misterio de eleusis en carne propia, hay huelga general, la plebe infamante saldrá a la calle en pantalones vaqueros a combatir el estado del bienestar con una actitud distinta de la otra interminable mayoría que sólo sale para ir de compras y lo demás no le importa. Ya la primera voz de Moisés ha clamado una felonía contra los diez mandamientos. La procesión de la santísima virgen del desamparo laboral atenta, según el Sanedrín, contra la sagrada ley del momento difícil. La procesión del Cristo de Majorica pasará unos días después, libre de cualquier encuentro casual o circo mediático. El enfrentamiento directo sería nefasto, porque las posiciones son opuestas por completo: de un lado los metafísicos del símbolo, y del otro, los materialistas histéricos. Ya es tarde para pensar cuál es la razón de que este pueblo tengas sombras y luces. Esto pasa hasta en las mejores familias.


viernes, 9 de marzo de 2012

APLAUSO HUMANO, Luis Cernuda.

Ahora todas aquellas criaturas grises
Cuya sed parca de amor nocturnamente satisface
El aguachirle conyugal, al escuchar tus versos,
Por la verdad que exponen podrán escarnecerte.

Cuánto pedante en moda y periodista en venta
Humana flor perfecta se estimarán entonces
Frente a ti, así como el patán rudimentario
Hasta la nausea hozando la escoria del deseo.

La consideración mundana tú nunca la buscaste,
Aún menos cuando fuera su precio una mentira,
Como bufón sombrío traicionando tu alma
A cambio de un cumplido con oficial benevolencia.

Por ello en vida y muerte pagarás largamente
La ocasión de ser fiel contigo y unos pocos,
Aunque jamás sepan los otros que desvío
Siempre es razón mejor ante la grey.

Pero a veces aún dudas si la verdad del alma
No debiera guardarla el alma a solas,
Contemplarla en silencio, y así nutrir la vida
Con un tesoro intacto que no profana el mundo.

Mas tus labios hablaron, y su verdad fue al aire.
Sigue con la frente tranquila entre los hombres,
Y si un sarcasmo escuchas, súbito como piedra,
Formas amargas del elogio ahí descifre tu orgullo.

Érase una vez Madrid.

    En mitad de un páramo muerto, solar de bestias, donde jamás ni una sola haba se crió, una raza de hombres idealistas que no querían trabajar, en busca de agua pusieron un pozo. Acudieron no pocos macandones y vendedoras de mondongo engañados por la droga de la sed que padecían, inficionándose al tiempo del ansia de gloria que el castellano les vendió con culta latiniparla. Al calor de aquella raza, una caterva de hacendosas gentes, numerosa y prolífica, edificó palacios, ministerios, circos mediáticos y palestras internacionales. El resto del país, pleno de materias primas, talentos, hermosas y ubérrimas vegas con ríos que arrastraban el légamo de antiguas civilizaciones, ya sólo recuerdo en libros de historia, hubo de plegarse al capricho del lechugino madrileño y a su no menos convincente y paleta versión castiza y callejera de manola con mantilla, de sagrario y besapies, de lascivia y derroche  con máscara de noble austeridad. El desatino llegó a tal punto, que desde ese centro fagocitador y lameplatos, se decía con cinismo que las ubres de Madrid daban para todos y para todo. Pero Madrid no era Roma. Y así, una fina lluvia de polvo , el polvo obsolescente del olvido y de los papeles del estado quemados por el infamante sol durante siglos y siglos de burocracia centrífuga, fue sepultando la ciudad hasta hacerla desaparecer. De aquella mole poderosa, abrigo de las más altas ensoñaciones del espíritu, quedan sólo vestigios.


                                    Schottisch-Chôro (H. Villa-Lobos 1887-1959) by Julian Bream on Grooveshark



jueves, 8 de marzo de 2012

Piscifactoría



    Pensando en la fluidez líquida del tiempo o en la liquidez de las palabras; la única  que nos va quedando, he ido a la pajarería a comprar peces griegos. Son increíbles. Se alimentan de conceptos. He comprado dos: una cría de a mayúscula y un precioso pez lex jovencísimo. La Venus de imitación del Chino no puede echarles de comer pero me va contando como crecen ahí, en su mundo perfecto, mientras aumenta el ruido en la calle. Esta diminuta a mayúscula podría derivar de adulta en una bella Anarquía Aparente. Habría que cambiarla de pecera, pasarla a una grande y cuadrada, hacerle una escenografía  de pequeñas naves con tesoros. En cambio el pez lex no crece, sólo desarrolla una especie de inteligencia paralela y va sacando intermitentemente el periscopio de la ele para respirar el ambiente culto y sosegado de esta habitación. Hasta que ese estado de cosas llegue les cambiaré el agua a menudo. Para eso son muy delicados, ha de ser agua mineral o mueren de aburrimiento a causa del cloro, los aturde. Les leeré algún capitulo de La Odisea de Homero y del Quijote. Están ávidas de sabiduría. Les raciono la dosis por si acaso, no vaya a ser que aprendan demasiado y me suplanten.

                                           Antigua by Antônio Carlos Jobim on Grooveshark



Uno del INEM.

   Pertenezco a esa minoría tan mayoritaria de personas que no tienen trabajo. Dentro de esa minoría milito en la sección de inemxistentes, es decir; que no recuerdo cuando fue la última vez que pasé a ponerme flores en uno de esos cementerios de la burocracia que llaman oficinas del INEM. El  Instituto Natural de Emociones Muertas fue creado para todas las personas que habiendo perdido la ilusión por vivir ocupadas en un oficio reconocido por la sociedad, ésta, no obstante (en un alarde de magnanimidad) les conserva a modo de pagaré eterno, la sublime esperanza de que algún día lograrán el acceso al grado de burgués acomodado, a cambio de la pequeña humillación de sellar cada dos meses un cartón de bingo en el que figura: un número de identificación equivalente a la cantidad de emociones que murieron camino de la oficina, el nombre del parado en cuestión y la fecha en la que ha de volverse por el mismo camino. O por otro. Las oficinas del kafkiano instituto suelen cambiar de ubicación con cierta frecuencia para desorientar a los incautos que vuelven periódicamente a cumplir el riguroso gesto de compunción.
   Dentro de estas oficinas siempre hay una funcionaria muy agradable y un funcionario de aspecto funeral, mucho más acorde al cometido que le da de comer. A éste señor quiero referirme. Ayer por la noche me lo crucé ( no es la primera vez) él sabe que lo he fichado mentalmente, conoce la naturaleza de mis investigaciones. Su manera de andar le delata. Camina sujeto a una rígida disciplina que le imponen sus botas de senderismo de lujo. Sus pasos son meticulosos y equilibrados, como el gesto displicente y desprovisto de sentimiento alguno con que estampa el sello de "a otra cosa" sobre el triste cartón del paria. Es joven. Quizá algo mayor que yo. Si te mira quiere decir que estás muerto, emotiva y socialmente acabado, como él. Al cruzármelo ayer le miré a los ojos con la cabeza un poco ladeada a la derecha y (no suele prodigarse) me espetó una fulminante saeta in ictu oculi con la que vino a decirme que el sí existía, y mucho más que yo. Se dio perfecta cuenta de que no me gusta nada como anda. A lo mejor a él tampoco le gusta que haya parias que escapan a su control. No se lo tendré en cuenta.



A mejor vida.

    Se llama Lucas, Lucas Alaman. Lo encontré en un estercolero mientras buscaba palabras entre la basura. Las palabras no las quiere nadie y a menudo se tiran sin miramientos. Si fueran biodegradables se evaporarían con el humo que expele la masa en descomposición pero quedan ahí, como diamantes en el barro, esperando que algún escarabajo pelotero las recoja en su bola de Sísifo y las entierre de por vida. Cuando lo vi, Lucas estaba agarrando la palabra estigmatizar y adhiriéndola a su pestilente pelota con un esfuerzo sobrehumano. Me resultó encantador, por fin esa palabra fea donde las halla iba a ser soterrada justamente. Le propuse que se viniese a casa, que dejara esa vida de sacrificio y sucia componenda. Prometí enseñarle a escribir. Después de unos minutos de duda enterró la canica de mierda con la dichosa palabra dentro y se vino conmigo. Es bueno y paciente, aprende con una lentitud admirable. Antes de acostarme le dejo siempre una cuartilla en blanco y un tapón con tinta para que practique. Esta mañana, ya ven, me ha regalado su firma. 


 
  The Cask of Amontillado by Alan Parson's Project (Poe) on Grooveshark

martes, 6 de marzo de 2012

Salonenolas


Collage de David Marcos

                                          Tu templo es pulpa de locura
                              
                                          extático rampante por la vida
                              
                                          que no te importe el pasado
                              
                                          sino como la luz de un faro
                              
                                          giróvago y mortal
                              
                                          pagano y feliz faro de la memoria.





                         

Teoría

  

  Para comprobar si la realidad tiene grietas, obsérvela detenidamente, de preferencia al mediodía y con luz natural. Concentre su mirada en un punto. Para el caso lo mismo da que esté usted mirando por la ventana o al techo, pero es de vital importancia hacerlo en ayunas. Si usa gafas o tiene aún legañas no merece la pena limpiarlas, la realidad escapa siempre a estas ridículas prevenciones. Mantenga una respiración equilibrada y sin sobresaltos, procure que nadie le interrumpa pero en caso de que se así fuese, conteste con normalidad, por ejemplo diciendo - claro, por supuesto- y siga con el ejercicio. Medite, sin dejar de fijar la mirada, si no es por completo irreal lo que está viendo: si no descubre grieta alguna vaya inmediatamente a comprar una psique nueva a la farmacia más próxima. No serviría de nada ir al psicólogo, para cuando llegue la realidad ya será otra. Si no dispone de recursos para adquirir una psique  acérquese al parque más próximo y contemple las hojas de los árboles mecidas por el viento: tome luego el desayuno.


lunes, 5 de marzo de 2012

UNDERWOOD GIRLS, poema de Pedro Salinas

  Quería destaparme, antes de descansar esta noche, con alguna fulgurante(?) idea sobre el erotismo y la literatura. De cómo la sensualidad se halla en el pensamiento y se comunica a través de la palabra escrita. De la alegría contenida en el orden aparente y mecánico de un teclado o una máquina de escribir. Agrado visual y táctil que invita a desnudar el pensamiento y darle una forma útil y bella. Demasiado lío. Pedro Salinas, sin prisa, con radiantes imágenes, dejó dicho lo siguiente:


Quietas, dormidas están,
las treinta, redondas, blancas.
Entre todas
sostienen el mundo.
Míralas, aquí en su sueño,
como nubes,
redondas, blancas, y dentro
destinos de trueno y rayo,
destinos de lluvia lenta,
de nieve, de viento, signos.
Despiértalas,
con contactos saltarines
de dedos rápidos, leves,
como a músicas antiguas.
Ellas suenan otra música:
fantasías de metal
valses duros, al dictado.
Que se alcen desde siglos
todas iguales, distintas
como las olas del mar
y una gran alma secreta.
Que se crean que es la carta,
la fórmula, como siempre.
Tú alócate
bien los dedos, y las
raptas y las lanzas,
a las treinta, eternas ninfas
contra el gran mundo vacío,
blanco en blanco.
Por fin a la hazaña pura,
sin palabras, sin sentido,
ese, zeda, jota, i...

domingo, 4 de marzo de 2012

Fuga de palabras.






Hablo solo. Son sólo palabras sueltas que van saliendo al hilo de mis pensamientos, sobre todo cuando voy andando por la calle. Parece un resorte que une las piernas con la boca y así, de cuando en vez digo "ubicuo" o "pertinaz" sin venir a cuento, sugestionado quizá por el bullicio y los letreros. Si al menos salieran en una frase completa, podría traérmelas a casa todas juntas como una ristra de ajos o dentro del bolsillo arrugadas en una bola. Sin duda, ayer al volver por la noche debí decir sin darme cuenta algo, dios sabe dónde. Al rato se personó la policía del municipio en mi domicilio. Solté la palabra "lúbrico" con tan mala fortuna que se coló en una tienda de lencería fina y se enredó en la falda de la dependienta. La chica por lo visto sufrió una crisis de pánico y hubo que practicarle una operación delicada ya que la tilde de la u se le quedó enganchada.

No lo digo en mi descargo pero es verdad que la mayoría de las personas no tienen mucho trato con las palabras y más allá de las que necesitan para vivir a diario pues no conocen más. Si supiesen que son unos seres encantadores y las cuidaran un poco no pasarían estas cosas. El oficial me miró casi con desprecio mientras me decía que a ver si tenía más cuidado que no era cuestión de ir asustando a dependientas con palabras raras y que no abriera la boca hasta llegar a casa que es donde se domestican las palabras. Le pedí disculpas decorosamente y se fueron sin más. Me entregaron mi palabra en una bolsa de plástico transparente con cierre hermético. Empezaba a retorcerse por la falta de oxígeno y la dejé salir. Fue a posarse tranquilamente sobre un libro del Marqués de Sade que se titula Las desventuras de la virtud y se durmió. Si llega a ser otra palabra cualquiera, por ejemplo "convoy" la dejo ahogarse sin remisión. Yo no tengo la culpa de que sean tan volátiles.


                          Les amoureux des bancs publics by Georges Brassens on Grooveshark


viernes, 2 de marzo de 2012

Pseudociencias.

     La economía es una pseudociencia inspirada en el futuro: prospectiva. Esto la emparenta con otras aún más descaradamente engañabobos, como las que entran en la categoría de futurología. Pero quería yo hermanarla fraternalmente con la frenología, inventada por un alemán como las píldoras y las salchichas. Julio Camba en viaje paneuropeo con una peseta en el bolsillo, decía que la grasa era un producto teutón. La grasa y la economía tienen una relación directa, teniendo en cuenta los factores educación y cultura, sin ambos dos, las bonanzas del primer mundo no hubieran dado (con ese binomio de la grasa y el dinero) tipos de ser humano como Jesús Gil o Montserrat Caballé, dicho sea de paso y por mucho que nos pese; personas completamente respetables y presuntamente inocentes mientras no se demuestre lo contrario. El falso optimismo de las predicciones económicas se ha venido abajo y la evidente ordinariez entre el céntimo de euro y el pálido billete de quinientos ha acentuado aún más la sangrante y abismal diferencia entre pobres y ricos. De Aristóteles a Keynes, el concepto de economía ha cambiado una barbaridad, pero le faltaba el advenimiento de un mesías definitivo: ¿ será Ángela Merkel?

                                      Parade by Erik Satie on Grooveshark



jueves, 1 de marzo de 2012

Amor de hortelano


Galium aparine
 
   Qué poco sabe uno de nada, en realidad. Me asiste no obstante la certeza de que cualquier cosa o detalle, por menudo o feo que sea en apariencia, lleva dentro la semilla del cosmos entero, con toda su belleza. Esta mala hierba (afecta sobre todo a los cereales) tiene unas propiedades muy buenas: es astringente, diurético y: esto es llamativo, galactólogo. La galactogoga no es una pedagoga venida de lejanas galaxias, sino la sustancia que estimula la producción de leche en las glándulas mamarias.     Además del nombre común que reza en el título tiene otros, algunos hermosos y otros no, qué importa. A mi me da por pensar en la ligereza con que uso las palabras muchas veces. Vayan para terminar otras maneras de llamar a la protagonista:  amigo de caminantes, azotalenguas, busca-medias, planta del amor, lárgalo...y otros cuantos más quizá no tan evocadores pero igualmente curiosos, como hierba de gallina, lengua de gato o cuajaleches. La semilla tostada sustituye al café. La planta seca se usa como yesca. Las mujeres de la tribu americana Omaha la utilizaban como perfume, cuando se marchita desprende un olor suave.

¿Mujer Omaha?
                                                              

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