Sigue el hombre su llanto de agua por la piedra
aunque se pudran las cuencas de los ojos,
hecho está de raíces que cantan a la vida,
de nervios que llegan hasta el hueso.
Soñó mucho noche y día como un árbol
y el olvido le tiembla en la mirada ausente.
Soñó hallarse al final de una escalera
y una puerta cerraba sobre los pliegues mudos
del alma el acceso a la luz, máscara sin consuelo
y floreció madreperla en el hueco de los ojos.
Sigue el hombre comiéndose las uñas, ufano
limpiando su escopeta aunque le cerquen náuseas
y su hermano esté muerto y alimente gusanos
y queme los tratados de amor en la azotea.
Porque soñó a su madre ciega
y sus dedos en carne viva
son piedra que llora y sangra;
aunque se ría, considero
mía su rabia y lo quiero.
Hasta donde me lleve la raíz del hombre
fríamente por el aire como un viento
soy como él por tanto. Así lo siento.
Hondo sentimiento
ResponderEliminarSi llora
la piedra no es tal
sino corazón que aloja amor
Andri Alba
Gracias por compartir. No puedo argumentar como me gustaría. Es decir, hacer un comentario intelectual o con algo de contenido, pues para ello debería ser mujer culta y no soy.
Saludo.
Andri
Gracias Andri por tu comentario, igual de valioso para mi. En algunas ocasiones el intelecto no sirve para absolutamente nada, me basta con su sinceridad, muy amable.
ResponderEliminarSalud
Manuel