Junto mis verdades,
las echo al río del mundo:
si son una llama
llegarán hacia el mar de la muerte,
al azul del orígen entre el cielo y la tierra.
O se hundirán extintas en estos versos,
sólo serán belleza recobrada del instante,
fulgor de lirio, vulva de luz, tierra mojada
que te nombra la piel con lágrimas de fuego.
Despéjate la frente, quítate el hambre de ser
sólo alma o nombre, y ve a las cosas
por el camino largo del silencio.
No llores más semillas de luna
ni pongas más velos de sombra
al sol que abruma y convence
y pégate un tiro en el poema.
Suicídalo para que sea bálsamo
en vez de herida que escribe:
con la idea se ama, se vive y se hace todo,
no le niegues una muerte digna.
La boca es un espejo de tormentas.
si son una llama
llegarán hacia el mar de la muerte,
al azul del orígen entre el cielo y la tierra.
O se hundirán extintas en estos versos,
sólo serán belleza recobrada del instante,
fulgor de lirio, vulva de luz, tierra mojada
que te nombra la piel con lágrimas de fuego.
Despéjate la frente, quítate el hambre de ser
sólo alma o nombre, y ve a las cosas
por el camino largo del silencio.
No llores más semillas de luna
ni pongas más velos de sombra
al sol que abruma y convence
y pégate un tiro en el poema.
Suicídalo para que sea bálsamo
en vez de herida que escribe:
con la idea se ama, se vive y se hace todo,
no le niegues una muerte digna.
La boca es un espejo de tormentas.
Mi querido amigo Manuel, vengo a llenar la maleta con tus letras, esta vez me vine con la maleta grande, ya que hacía tiempo que no pasaba por este sitio, ya de peregrinaje obligado y casi diría que vocacional. Este poema suicida es eso: un POEMA.
ResponderEliminarUn placer llenar maleta y tiempo aquí, amigo mío.
Un abrazo
-chus-
Chus, tus palabras son bálsamo para mí, te las agradezco de corazón; y qué serían de los poemas suicidas sin los amigos que pasáis por aquí. Un fuerte abrazo, Jesús.
ResponderEliminarUn abrazo
Jesús
Tus versos nunca caen en bolsillos rotos. Este "me lo llevo" prendido en el pelo, por ejemplo. Precioso. Como siempre.
ResponderEliminarMuy amable, Iria, me alegro que le guste. Seguro que el poema lucirá el doble de bien prendido en su cabellera.
EliminarSalud
Manuel