de tanto mirar las estadísticas,
las cifras de personas que visitan
este montón desopilante de notitas.
Pero no crean, no reculo, ni desmiento
el contenido exacto de mi voz.
La matemática fórmula de risas
que he ido escanciando aquí,
inadvertidamente me denuncia:
el resultado último es un cero
según la lógica aplastante del tomate.
Ruego tengan la amabilidad
de disculpar a este espantapájaros prosista
si alguna vez pecó de petunante
o se floreó tres pueblos
pasando por el arco del triunfo
como un napoleón equilibrista.
Imitando a Bécquer,
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| Alfred Nobel, días después de inventar la dinamita. |
que pregunta qué será la poesía
( sin darme tiempo a contestar
haciendo así el canelo)
me dijo un día infausto, neutro,
un mero día del fotocalendario:
"Casi toda la poesía es utopía,
- me apuntó con el dedo y miraba
a lo Catherine Deneuve por la ventana-
por consiguiente,- prosiguió-
los poetas o están locos
o son extraterrestres
que han aprendido a escribir
sin razonar (sentenció decidida)."
Y dio un sorbo al batido.
Un sorbo irracional
que sonó a cañería.
Era una heladería alicaída.
¿ Por qué no hay Nobel de Filosofía?
Esa es la pregunta reveladora. La mala conciencia de Nobel le impidió disfrutar de los helados, si los probaba era compulsivamente, con gran enfriamiento de su bajo vientre. Los premios que ideó le daban un dulce calor, a veces, embotándole la conciencia. La filosofía hubiera sido contraproducente.
ResponderEliminarSalud.
Cuántos premios y regalías. Ernesto Cardenal recibe el Premio Reina Sofía. A ver si compadecen de nosotros y no nos expropian estas flamantes empresas que tenemos repartidas por las naciones emergentes.
ResponderEliminarDinamita a los premios.
Saludos, señor Velasco.