domingo, 6 de mayo de 2012

Dizzydente lector.

Dentro duermen las palabras Bucólico y Bop.
   
   La musicalidad de las palabras me invita a escribir improvisando. La mirada detenida y un momento de reflexiva inspiración pueden obrar el solo. Pero no pocas veces se rebelan por la espalda. Fue una tarde de primavera. El televisor yacía enfermo en la cama con una disentería irreparable.  Los niños  resucitaban tradiciones anacrónicas por la calle, con una caja vacía de zapatos, un poco de papel de aluminio y unas flores arrancadas al borde de una carretera comarcal. Miraba uno llover por la ventana. Todo era de una monotonía machadiana. De pronto se manifestó un tímido portento imaginario: sobre mi espalda subían hacia mi cabeza como ardillas dos palabras, peludas y simpáticas, vivaces cascanueces que vinieron a cobrar los intereses de una utópica deuda que mantiene el que escribe, con su doble lector, el trompetista. Me propusieron la interpretación de un pasaje bucólico de bop*; inflé los carrillos un tanto contrariado, como los radios de una rueda de bicicleta. A ti, doble mío, lector empedernido, te dirijo estas letras por recomendación de unas ardillas:
      "El cuerpo de Gillespie fue encontrado intacto, sin marcas de violencia, envuelto en las mismas ropas con que cayera y pareciendo más un hombre dormido que un muerto. A lo lejos se dejaba oír, en sordina, un solo de trompeta." 
                                                                                * Blue in green


2 comentarios:

  1. La primera vez que lo vi tocando la trompeta me asusté, pensé que su cara iba a explotar. Luego le escuché con cierta frecuencia tocar su trompeta doblada e improvisar con su voz. De eso hace mucho tiempo.
    Saludos nostálgicos.

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  2. Estos portentosos músicos luego tienen alma de chavales.

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