Collage de Franz Roh |
sediento de luz, cansado,
halló mapas, un sextante
y un aviso abandonado.
El mensaje consignaba
un lugar desconocido
donde la luz del ser traba
sus tesoros escondidos.
Núbiles cuerpos en sombra
hacia una roja luna van,
temblor o dulce pálpebra,
las anclas del barco levan.
Náutico laúd tañen
sobre las aguas calmas.
Planisferio del numen,
ignoto mar del alma.
Sediento de luz. Como quien, a falta de agua, rompe las bombillas para saciarse de fotones.
ResponderEliminar¡Maravillosa idea la tuya!
¡Un abrazo!
F.
imposible naufragar
ResponderEliminarFelipe, a veces la memoria rompe bombillas que daban demasiada luz y ese exceso liberado acaba siendo un poema.
ResponderEliminarMuchas gracias y un abrazo, amigo.
No se, Joaquín, esos mapas y el sextante para bien poco sirven a la hora de la verdad. La vida entera es un naufragio maravilloso de la cuna a la sepultura.
ResponderEliminarBellísimo poema. La dedicatoria me ha ruborizado.
ResponderEliminarMuchas gracias
Francesc Cornadó Estradé
Disculpe, Francesc, la confianza que me tomo. Me avala la gratitud que siento por las personas que aprecian estos textos.
ResponderEliminarGracias a ti por tu camino de búsqueda y hallazgo creativo.