Al cielo sólo van las buenas personas, es decir, las que dieron muestras, durante su vida, de una probidad intachable y sacrificaron su tiempo en beneficio de sus iguales. Por eso, según las últimas noticias que nos vienen de allí, aseguran que el cielo se está despoblando de almas y ya sólo quedan alrededor de Dios unas cuantas; fidelísimas, abanicándolo y escanciándole en la copa vino italiano: el único vino que toma desde que se murió su hijo, el perroflauta Jesucristo, dicen que por un incurable recuerdo de una noche que pasó con la Virgen María, que era tan virginal como fatalmente bella. Según la profecía maya, cuando suba al cielo el peluquero Lluis Llongueras, se terminará el cielo, y dejarán un guardia jurado en la puerta por la cosa de preservar un patrimonio de mullidas nubes y estrellas bailando alrededor de columnas dóricas rotas a la perfección.
gafas de ascensorista
Como por un ascensor hecho de niebla que administra un cíclope enano con gafas, se baja directamente al purgatorio en cero coma tres horas aproximadamente...depende del tiempo que haga...hasta no hace tanto, entre el purgatorio y el cielo había un no lugar intermedio que se llamaba limbo. Estaba destinado a personas que muriesen antes de nacer o naciesen antes de morir, a discapacitados mentales de toda laya y condición (en el cielo, sólo se puede entrar siendo bueno pero sabiéndolo, y también porque en el cielo son muy estrictos con las horas de las comidas y el descanso y los locos armarían una algarabía terrible) también todo aquel que moría sin ser bautizado ya fuese con ochenta y nueve años y la cátedra de informática por la Universidad de Comillas, también para el limbo, o sea; personas sin discernimiento, animales de compañía, alguna libélula. Total que al final se montó un buen combo allí, y la gente comenzó a emborracharse y a matar almas de monja como pianos de cola y aquello fue un escándalo y el Vaticano decidió quitar el limbo bajándolas a todas en montacargas al purgatorio; que ya por aquel entonces comenzaba a estar saturado de espíritus inconformistas, poetas, abogados malditos, impenitentes periodistas cazafantasmas, además de todos los políticos corruptos de todo el mundo, que no han sido condenados al infierno por una formalidad jurídica.
En el purgatorio es donde realmente suceden las cosas de la vida de los muertos, donde se hacen negocios, y la almas de las personas se sujetan a unas reglas un poquito más, podríamos decir, liberales. A cambio de tener un tantito así de libertad, te cobran a cada rato un impuesto a divinis o te arrancan un ojo para la colección de una santa que es especialista en sacralizar córneas. Con suerte, un señor que logre terminar de pagar la hipoteca en el purgatorio, puede ascender al cielo, aunque en unas condiciones un tanto deshonrosas. Hay mucho escritor en el purgatorio, pero son personas que no dan un ruido, excepto cuando publican sus memorias, en cuyo caso la novedad editorial es proclamada con un coro de serafines trompeteros. Aunque nadie quiere ir al infierno, hemos bajado por una estrecha escalera de caracol hacia una cueva iluminada con lo último en tecnología de la luz y hemos visto a Nietzsche en una bañera de lujo asiático, dándose un relajante baño con sales de frutas y champú de huevo. Ante nuestros rostros acuciados por la perplejidad y el desengaño nos ha mirado con un raro brillo en los ojos diciendo: Dios ha muerto.
En el cuento quizá sí; a tiempo de volver a ascender hasta el cielo para ver la desaparición definitiva de ese homúnculo creado a imagen y semejanza nuestra. En la historia de la humanidad nunca será tarde, amigo Francesc, para una revelación tan demasiado humana, pues que estamos siempre volviendo a los velos de maya que sólo la gaya ciencia es capaz de rasgar. Un saludo afectuoso
Hubo que esperarse a que apareciera un sujeto tan moralmente desarrollado como Nietzsche para que pasara. parece mentira que la historia se rija por contingencias tan personales, pero en cierta forma es así. De todas formas, Francesc, hubo heterodoxos siempre, que fueron poco a poco minando la ciega confianza en Dios, por ejemplo, Francis Bacon. Salud Manuel
Manuel, este texto es magnífico. Dante es una fuente inagotable, no me canso de leer a este florentino que llena horas y horas de mis días. Sale por ahí el peluquero Llogueras, vecino mío; el poema objeto de las gafas del ascensorista. Muchos lugares comunes. Salud Francesc Cornadó
Gracias Francesc. Un juego modesto con un eterno retorno esperándonos en las calderas de Pero Botero, algo se inaugura después de esa frase y al mismo tiempo nos recuerda la vigencia de Dante, que supo mirar el destino del hombre, su trascendencia, con una mirada humana, alejada del oscuro escolasticismo medieval. Salud Manuel
Ciertamente, el texto me prece de lo mejor que has colgado ultimamente (desde que te sigo, que es poco tiempo). Me ha traido a la cabeza la película de "Sin noticias de Dios" y la alianza entre cielo e infierno para defenderse de los nuevos ricos y especuladores financieros que están corrompiendo los tres lugares. Salud, Manuel.
Me alegro que traigas tu visión, Miguel Ángel, además oportunísima, porque hay un cierto juego dentro del cuentito de actualidad infernal, relatada por un reportero ávido de noticias, y efectivamente aparecen en el purgatorio, unos géneros de pájaro bien difíciles de tratar. Gracias, andaré un rato enredando con la película, un abrazo. Salud
La noticia de que Dios había muerto llegó demasiado tarde.
ResponderEliminarSalud
Francesc Cornadó
En el cuento quizá sí; a tiempo de volver a ascender hasta el cielo para ver la desaparición definitiva de ese homúnculo creado a imagen y semejanza nuestra. En la historia de la humanidad nunca será tarde, amigo Francesc, para una revelación tan demasiado humana, pues que estamos siempre volviendo a los velos de maya que sólo la gaya ciencia es capaz de rasgar.
ResponderEliminarUn saludo afectuoso
Quiero decir que la noticia no llegó hasta finales del XIX, de haber llegado antes se hubiesen ahorrado muchos disgustos.
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Hubo que esperarse a que apareciera un sujeto tan moralmente desarrollado como Nietzsche para que pasara. parece mentira que la historia se rija por contingencias tan personales, pero en cierta forma es así. De todas formas, Francesc, hubo heterodoxos siempre, que fueron poco a poco minando la ciega confianza en Dios, por ejemplo, Francis Bacon.
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Manuel
Manuel, este texto es magnífico.
ResponderEliminarDante es una fuente inagotable, no me canso de leer a este florentino que llena horas y horas de mis días. Sale por ahí el peluquero Llogueras, vecino mío; el poema objeto de las gafas del ascensorista. Muchos lugares comunes.
Salud
Francesc Cornadó
Gracias Francesc. Un juego modesto con un eterno retorno esperándonos en las calderas de Pero Botero, algo se inaugura después de esa frase y al mismo tiempo nos recuerda la vigencia de Dante, que supo mirar el destino del hombre, su trascendencia, con una mirada humana, alejada del oscuro escolasticismo medieval.
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Manuel
Ciertamente, el texto me prece de lo mejor que has colgado ultimamente (desde que te sigo, que es poco tiempo).
ResponderEliminarMe ha traido a la cabeza la película de "Sin noticias de Dios" y la alianza entre cielo e infierno para defenderse de los nuevos ricos y especuladores financieros que están corrompiendo los tres lugares.
Salud, Manuel.
Me alegro que traigas tu visión, Miguel Ángel, además oportunísima, porque hay un cierto juego dentro del cuentito de actualidad infernal, relatada por un reportero ávido de noticias, y efectivamente aparecen en el purgatorio, unos géneros de pájaro bien difíciles de tratar. Gracias, andaré un rato enredando con la película, un abrazo.
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