****Arde pura la noche. Extática evasiva en la quietud sin mundo. Ciegamente devano la mirada en un paisaje donde revivo un sueño filosófico: recuperar las palabras. Me sustenta una realidad exenta de poesía, la realidad de carne y hueso, macilenta y copiosa carne con lógico hueso luchando contra la nada. Divina crisis del tiempo, coronada por la meliflua sombra de la duda, cuya luna de alfanje rememoras a veces cuando llueven pinceles sobre un lienzo. Aire candente y harapos en la boca son los atributos con los que llego ante tu sigilosa y fría mirada. Nos sobrevuelan los días amargos, un futuro que reclama su condición permanente de pasado: nos miramos en un charco turbio, indolentes narcisos mientras la pira extensa de la noche arde.
Ya no sientes mi cuerpo, estoy perdido, soy alma de farola con brazos de balcón. Bebo tus vientos. Dame tu lumbre.
ÍTACA
Cuando salgas de viaje para Ítaca,
desea que el camino sea largo,
colmado de aventuras, de experiencias colmado.
A los lestrigones y a los cíclopes,
al irascible Posidón no temas,
pues nunca encuentros tales tendrás en tu camino,
si tu pensamiento se mantiene alto, si una exquisita
emoción te toca cuerpo y alma.
A los lestrigones y a los cíclopes,
al fiero Posidón no encontrarás,
a no ser que los lleves ya en tu alma,
a no ser que tu alma los ponga en pie ante ti.
Desea que el camino sea largo.
Que sean muchas las mañanas estivales
en que -¡y con qué alegre placer!-
entres en puertos que ves por vez primera.
Detente en los mercados fenicios
para adquirir sus bellas mercancías,
madreperlas y nácares, ébanos y ámbares,
y voluptuosos perfumes de todas las clases,
todos los voluptuosos perfumes que te sean posibles.
Y vete a muchas ciudades de Egipto
y aprende, aprende de los sabios.
Mantén siempre a Ítaca en tu mente.
Llegar allí es tu destino.
Pero no tengas la menor prisa en tu viaje.
Es mejor que dure muchos años
y que viejo al fin arribes a la isla,
rico por todas las ganancias de tu viaje,
sin esperar que Ítaca te va a ofrecer riquezas.
Ítaca te ha dado un viaje hermoso.
Sin ella no te habrías puesto en marcha.
Pero no tiene ya más que ofrecerte.
Aunque la encuentres pobre, Ítaca de ti no se ha burlado.
Convertido en tan sabio, y con tanta experiencia,
ya habrás comprendido el significado de las Ítacas.
desea que el camino sea largo,
colmado de aventuras, de experiencias colmado.
A los lestrigones y a los cíclopes,
al irascible Posidón no temas,
pues nunca encuentros tales tendrás en tu camino,
si tu pensamiento se mantiene alto, si una exquisita
emoción te toca cuerpo y alma.
A los lestrigones y a los cíclopes,
al fiero Posidón no encontrarás,
a no ser que los lleves ya en tu alma,
a no ser que tu alma los ponga en pie ante ti.
Desea que el camino sea largo.
Que sean muchas las mañanas estivales
en que -¡y con qué alegre placer!-
entres en puertos que ves por vez primera.
Detente en los mercados fenicios
para adquirir sus bellas mercancías,
madreperlas y nácares, ébanos y ámbares,
y voluptuosos perfumes de todas las clases,
todos los voluptuosos perfumes que te sean posibles.
Y vete a muchas ciudades de Egipto
y aprende, aprende de los sabios.
Mantén siempre a Ítaca en tu mente.
Llegar allí es tu destino.
Pero no tengas la menor prisa en tu viaje.
Es mejor que dure muchos años
y que viejo al fin arribes a la isla,
rico por todas las ganancias de tu viaje,
sin esperar que Ítaca te va a ofrecer riquezas.
Ítaca te ha dado un viaje hermoso.
Sin ella no te habrías puesto en marcha.
Pero no tiene ya más que ofrecerte.
Aunque la encuentres pobre, Ítaca de ti no se ha burlado.
Convertido en tan sabio, y con tanta experiencia,
ya habrás comprendido el significado de las Ítacas.
C. P. Cavafis
Poemas
Traducción de Ramón Irigoyen
Seix y Barral, Barcelona, 1994
Poemas
Traducción de Ramón Irigoyen
Seix y Barral, Barcelona, 1994
Veo un claro enfrentamiento entre las tres partes. Tres fragmentos luchando por ordenarse, aunque hayas optado, es lo más humano, por acabar con el hermosísimo poema de Kavafis. Lo descubrí en mi juventud ligado a la música de Llach, que supongo conocerás. Ahí va un enlace http://youtu.be/hNVJpIRt_JQ
ResponderEliminarUn abrazo viajero, Manuel.
Hay un viaje interior, como siempre, si te soy sincero he viajado poco,me di cuenta pronto, amigo Miguel ángel, que la poesía era un viaje interior a la ciudad de la duda sentida filosóficamente, es decir, con el sentimiento y la lógica en sana polémica interna. A ver si ahora que el euro baja puedo darme un paseito por las cícladas con una sirenita del Helesponto. Muchas gracias por la música, un abrazo. ¿Acaso partes de viaje ya?(parecemos griegos).
ResponderEliminarSalud
Manuel