Primer tiempo
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Pitada innecesaria a Grecia. |
Otra vez suena el himno, el de Grecia tiene, como todos, un cierto aroma de triunfalismo, a pesar de todas las paradojas de la historia y sus cráneos privilegiados. Torna a rodar circunvolucionando el mundo, el balón, sí, en la tarta perfecta del circo romano, repleto de hombre masa. Con los comentarios del implacable Maldonado, ametrallador de datos precisos. Primera pitada a los Helenos, por pobres. Papadopoulos está un poco mayor pero el parecido con Hércules es fascinante. Polonia tiene un juego vertical y dinámico, pleno de juventud beligerante y autónoma. Ojo a Polansky por la derecha, se incorpora al ataque con generosidad. Velasco Carballo aplicando un poco de autoridad gallega con liberalidad y buen criterio. Lentísimos el equipo de raigambre filosófica, se lo piensan tanto que llegan tarde.
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Lewandowski ejecutando orden de embargo a Chalkias. |
Qué golazo de Lewandowski, un testarazo precioso picando la pelota al suelo tras un centro impecable de otro que termina en owski. No importa, los griegos ya tienen encima suficiente crisis para ponerse tristes por un gol. Primer cambio: un Papadopoulos por otro, ya decíamos que estaba más veterano de la cuenta y se ha roto. Primer disparo del combinado del Ática a los veintitrés minutos de juego; raso y desviado como los eurobonos que no llegaron. Carballo pide calma enérgicamente, la típica pantomima de la autoridad competente, parece majete. El jugador desequilibrante, Samaras, está hecho una pena, corre como una avestruz asustada. Maldonado mientras se acuerda de Fotakis para sustituir a Samaras. Sokratis no da abasto para despejar por arriba todas las dudas en esta defensa mayéutica, antes de volver al dracma de todos los días. Segunda amarilla en una falta dudosa, Velasco Carballo expulsa a Sokratis como antiguamente: le salió la vena ostracista al galleguito, que acaba de tragarse un penalty en contra de Polonia, y eso que tenía cara de bueno: el majete acaba de destrozar un hermoso equilibrio de fuerzas, basado en un equipo heleno devaluado que atacaba con pundonor. Es un arbitro casero.
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Velasco Carballo expulsa a Sokratis por la jeró. |
Espacio libre de publicidad (por el momento).
Segunda parte
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Salpingidis de mariscos. |
Ha bajado Zeus a los cinco minutos de esta segunda parte y Grecia ha empatado con el oportunista Salpingidis al gol, el balón dentro del área en tierra de nadie, quieto esperándolo a él, como el euro. Para corregir el error del árbitro español tenía que suceder un milagro. La veteranía de Karagounis se está dejando notar pero la melena de Samaras no le deja ver el bosque de polacos que se le viene encima. Cambio en los helenos, se va Gekas y entra Fortunis, en un claro intento por parte del señor Santos de cambiar la suerte del partido. Efectivamente Fortunis es un buen augurio, penalty a Salpingidis y expulsión de Chesni. Karagounis falla delante del interminable portero suplente, Tyton, largo como un día sin pan. Gol anulado a Grecia por fuera de juego de Fortunis: sobrepasaba por una pestaña la linea maginot de los polacos. El mendrugo de Samaras sigue perdiendo balones fundamentales: Santos ya ha hecho los tres cambios. Polonia parece haber respirado cloroformo, no se sienten los pies. Polanski llega con un disparo inocente pero centrado, fácil para Chalkias. El partido entra en una tensa calma a cinco minutos del final. Están agotados. La afición polaca pone cara de griegos, aquella primera pitada a los jugadores contrarios, todo, ha quedado diluido en un empate, como la crisis y la muerte, que acaba igualándonos a todos para bien y para mal.
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Samaras, el Torres griego. |
Jajajajja... Muy bueno.
ResponderEliminarMe parece que se debería contratar como comentarista deportivo.
Un saludo
Ya son muchos años de músico, no me trae cuenta. Me hacía ilusión ponerme en el pellejo del periodista, creo que no se me da mal.
EliminarSaludos Álex
Manuel