Los estipendios se acaban. La causa, el incendio provocado por un sandio, golondrino cachondo ávido de centipondios y quintales. El dispendio es un compendio de infundios de sabiondo que ha cerrado el logogrifo a cal y canto: el enigma popular de abundio coronado en floripondio. Los latifundios cantan, las nubes minifundio se levantan. La trimurti de tierra, mar y aire, la dirige ahora Gerundio.
Sin duda que también te refieres a la actual situación de nuestro país. Muy bueno.
ResponderEliminarUn abrazo.
Jugando con el lenguaje, haciendo experimentos. Lo malo es cuando se hacen experimentos con el país. Ya lo decía Xenius, d'Ors: los experimentos mejor hacerlos con gaseosa. Cómo no referirse.
ResponderEliminarUn abrazo
me suena más trompeta que saxo, por cómo atacas las notas.
ResponderEliminarsaludos
Confío en que te inquiete lo suficiente para que vuelvas, don kynicos(voy a verle, parece usted interesante)
ResponderEliminarSalud
Quien con gerundio empezare, escribir no supiere.
ResponderEliminarTiene mala fama el gerundio.
Saludando.
Francesc Cornadó
Seguramente es por su condición de rey vitalicio de los verbos, ubicuo presente continuo, o como aquellos reyes godos que tan poco recorrido vital tuvieron. Me chindasvinta el gerundio.
ResponderEliminarSalud
Tiene mala fama el gerundio. Ejemplo leído en la prensa de 1969:
ResponderEliminar"estando cazando el caudillo, se oyo a lo lejos..."
Más de uno ha asegurado que el gerundio prolifera en momentos de utarquia, en regímenes totalitarios y es usado con mucha frecuencia por jerarcas autoritarios.
Salud
Francesc Cornadó
Dicho queda Francesc, sobre este punto no tengo nada más que añadir y esta referencia es del todo idónea, podríamos añadir tantos ejemplos que da pereza. Es uso común en algunas regiones de España, aunque la cosa parece más bien endémica.
EliminarSalud
Manuel